Cuando emprendemos lo primero que quisiéramos que nos dijeran es ¿cómo será nuestra empresa? ¿Qué cosas tenemos que hacer para tener éxito?, quisiéramos que hubiera un grado de certidumbre para asegurar que ese sueño al que le invertiremos tiempo y dinero funcione. Al principio creí que con estudiar licenciatura y  posgrado me garantizaría solides,  e incluso un resultado en menor tiempo, que bastaba con encontrar la receta (pasos) la siguiera y con eso mi esfuerzo tendría una recompensa; en la medida que  avanzo mi experiencia y que comencé a emprender, me di cuenta que esa idea no era suficiente,  se requería más.

Ser empresario no es un arte ni una ciencia, es una práctica, en la medida que se mueve el mercado y nuestro negocio va madurando se requiere más conocimiento, herramientas y habilidades que minimicen el riesgo y nos permita seguir aprendiendo, es decir predecir un futuro grandioso donde podamos obtener utilidades, brindar empleo o cualquiera de las razones por las que hoy tienes un negocio.

En mi experiencia como impulsora de negocios identifico 3 pilares fundamentales que nos permitirán predecir el futuro de nuestra empresa:

  1. Habilidades: tanto del Director y del equipo.
  2. Estrategia: que será nuestro  diferenciador.
  3. Inversión: que nos brindar mayor  conocimiento.

El desarrollo de habilidades tiene que ver con una identificación primero de nuestras debilidades en función de nuestro modelo de negocio, si hemos decidido vender algún producto, es porque conocemos sus beneficios o el problema que resuelve nuestra solución. El identificar nuestras limitantes permite buscar al equipo que necesitamos, no necesitamos saber todo o aprender todo, nuestro tiempo puede estar enfocado a aquello que requiere más rentabilidad y eso tiene que ver con: conocimiento de nosotros mismos, desarrollo de nuestro liderazgo situacional y canalización del equipo para lograr un engrane de actividades.

La estrategia tiene que ver con la frase corta y precisa que explica hacia donde se mueve la empresa, que busca y cuál es su diferenciador con base a su propuesta de valor. La implementación de la estrategia y su éxito tendrá que tener  mediciones que nos permitan retroalimentar casa paso. Será la brújula que nos facilite integrar nuevas formas de venta, participación en el mercado u desarrollo de innovación. La excelencia de cualquier empresa puede definirse por su capacidad de mejora de cada uno de sus procesos.

La inversión será clave para contar con los recursos humanos y técnicos necesarios para lograrlo en un menor tiempo. No puede existir desarrollo si no hay interés  en pagar conocimiento. El conocimiento avanzado no es gratis, el conocimiento no se da por coincidencia se trabaja para conseguirlo.

En resumen:

  • Si  crece el dueño de la empresa, la empresa crece.
  • Si conoces las habilidades y debilidades de tu equipo podrás crecer.
  • Si cambias los esquemas tradicionales podrás crecer.
  • Si generas un propósito podrás crecer.
  • Si afinas tu entendimiento con tu equipo podrás crecer.
  • Si generas mediciones  podrás crecer.
  • Si generas una metodología podrás crecer.
  • Si supervisas la ejecución podrás crecer.
  • Si generas intra-emprendimientos podrás crecer.

Todo lo anterior no se puede lograr si no contamos con una metodología,  ayude a identificar los pilares para su replicabilidad. Recuerda mientras más rápido lo valides  desarrollaras ventaja y  habrás entendido el juego de emprender, habrás aprendido a pronosticar el futuro de tu empresa.

Una metodología que me gusta aplicar en todo momento es la Growth Hacking, la cual nos permitirá ir identificando las palancas de crecimiento.

La metodología se divide en 4 pasos fundamentales:

1.-Generación de ideas

¿Qué requerimos para mejorar nuestro servicio? ¿Cómo podemos generar más ventas? ¿Cómo incrementamos la fidelidad de nuestros clientes? ¿Cómo identificamos aliados estratégicos? ¿Cómo generamos productos complementarios a los existentes? ¿Cómo reducimos costos? ¿Cómo exponenciamos nuestra empresa?

2.-Priorización de experimentos

¿Cuál es nuestra meta a corto, mediano plazo? ¿Cuáles son las tendencias del mercado? ¿Cómo me estoy adaptando a ellas? ¿Estoy listo? ¿Qué necesito para hacerlo en el menor tiempo posible? ¿Si consigo X para llegar a Y qué resultado me dará? ¿Cómo puedo acelerar mis variables de crecimiento? ¿Qué interconexión existen entre una y otra variable? ¿Qué hipótesis quiero responder? ¿Por qué surgen ciertas hipótesis? ¿Qué dificultades encuentro en mi estrategia?

3.- Ejecución de experimentos

¿Cómo mido mis avances?¿Cómo sé que voy por buen camino? ¿Cómo pronostico mi expansión? ¿Qué resultados obtuve? ¿Por qué obtuve esos resultados? ¿Estoy midiendo adecuadamente? ¿Me siento incomodo con el resultado?

4.- Análisis de Información y recolección del conocimiento

¿Cómo evidencio mis avances? ¿Cómo replico lo aprendido? ¿Cómo capitalizo este conocimiento? ¿Con base a que tomo mis decisiones? ¿Cómo organizo los datos para identificar fallas?

No olvidemos que tanto el pronóstico como la predicción nos pueden ayudar a garantizar la sustentabilidad de nuestra empresa; entendiendo como  pronóstico el fundamento teórico, con estadísticas o proyecciones; y predicción,  como la corazonada o presentimiento sin fundamento teórico, pero que conecta con nuestra esencia, que transforma el mundo en el que vivimos.

El denominador común en las múltiples empresas que me han permitido aprende con ellas, es la falta de una visión re construccionista, es decir una visión donde se despliegan las ideas y el conocimiento, mediante un proceso de creación que produce un crecimiento desde el interior de estas, como dice Peter Drucker: “La mejor manera de predecir el futuro es crearlo”.

¿Tú ya puedes predecir el futuro de tu empresa?

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