¿Qué constituye el éxito? Para algunas organizaciones, el éxito es simplemente el obtener rendimientos cada vez mayores; otras consideran que la expansión de la empresa lo es todo; un niño busca el éxito a través de sus calificaciones escolares, y un profesional lo persigue mediante la realización de proyectos de los cuales pueda sentirse orgulloso. Sin importar cuál sea nuestra visión del éxito, todos nos encontramos buscando la mejora y el logro de objetivos. Entonces, ¿por qué tan pocas organizaciones e individuos terminan alcanzándolo?

Una varita mágica es lo que todos deseásemos tener a la hora de emprender nuestras ideas, una varita que convirtiese nuestro sueño en realidad. Pero, lamentablemente, esto no existe; al contrario: los caminos hacia el éxito son largos, irregulares y desafiantes, y puede que en ellos tropecemos en más de una ocasión, pero tenemos la obligación de levantarnos y seguir adelante.

Posiblemente no tenga la solución perfecta para cada uno de los casos, pero sí puedo presentar un listado de aspectos primordiales que nos ayudarán a recorrer el camino de una manera más fácil y amena, aspectos en los que coinciden tanto emprendedores como empresas exitosas, y que podrán enfocarnos hacia el éxito empresarial y personal.

Objetivo

El principal obstáculo para el éxito es la falta de una visión clara: ¿cómo esperamos llegar a nuestra meta si no sabemos dónde encontrarla? La tarea no es sencilla, pero tampoco les pido que determinen su vocación en la vida o algo similar; el simple hecho de estipular pequeños objetivos a corto, mediano y largo plazo enfocados a lo que deseamos potencializará cada una de nuestras acciones y generará la satisfacción necesaria para poder seguir enfocándonos en el objetivo principal.

Motivación

Ahora bien, de nada sirve estipular una meta si esta no es realmente propia; en otras palabras, si no es lo que en verdad deseamos. Recordemos que existe una gran diferencia entre hacer algo “solo por el momento” o porque sea un “buen negocio” y creer plenamente en una idea y perseguirla con pasión. Con el tiempo notaremos cómo la primera únicamente terminará desgastando nuestros esfuerzos, mientras que la segunda los nutrirá constantemente y nos hará disfrutar tanto, o incluso más, el trayecto que el destino.

 Introspección

El tercer pilar en la búsqueda del éxito es el conocernos a nosotros mismos para así aprovechar los mayores talentos, características clave y valores de nuestra persona, y lograr de esta forma una sinergia con los objetivos. Al mismo tiempo llegaremos a conocer cuáles son nuestras debilidades, e incluso miedos, y posteriormente trabajaremos sobre estos para que no nos obstaculicen.

    Apoyo

Las cargas se aligeran cuando las compartimos con alguien más; así mismo, los logros se disfrutan el doble. En el camino al éxito deberemos buscar personas con las cuales podamos compartir tanto nuestras inquietudes como celebraciones para poder progresar. El contar con un socio, una pareja, un amigo o un mentor resultará en incontables ocasiones la mejor ayuda posible; no solo apoyará nuestras acciones, sino que, incluso, puede enderezar el camino si intentamos desviarnos, y nos dará un motivo más para dar el mayor esfuerzo.

Perseverancia

No importa el caer cien veces si nos recuperamos de cada una de esas caídas; el hecho de intentar una ocasión tras otra es una de las características básicas de toda gran conquista. Es irremediable que encontremos en el trayecto decenas de críticas, rechazos y fallos, que solo pretenderán que desistamos en la búsqueda, pero una idea bien fundamentada prevalece tras estos.

Excelencia

La mayor aportación que uno puede dar al mundo es el realizar sus funciones de la mejor manera posible. Un antiguo compañero me introdujo a este principio, y hasta el día de hoy lo considero una verdad elemental. Si a una tarea común se le aplica el esfuerzo y la determinación necesarios terminará transformándose en una acción extraordinaria; esto, a su vez, resulta notorio al entorno, que indudablemente responderá al estímulo.

Mejora

No basta con el hecho de alcanzar un cierto objetivo si caemos ante el conformismo; quizá la mayor fortaleza de toda gran empresa y empresario es el ansia de crecer y mejorar de forma continua. Sin importar si se trata de un nuevo proceso, producto o un curso personal, la búsqueda de nuevos y mejores conocimientos es la acción que generará el mayor valor a nuestro objetivo.

Equilibrio

Un principio que todo empresario reconoce pero pocos dominan es la idea de llevar un equilibrio entre su vida laboral y personal. Aun cuando no lo parezca, el descuido de cualquiera de estos dos aspectos afectará al otro, y al largo plazo detendrá nuestro avance. Tomarse tiempo para disfrutar con la familia, cuidarse a sí mismo y descansar son imprescindibles para recuperar la energía y la determinación.

Pareciera que estos cortos consejos fuesen demasiado simples para funcionar, y, sin embargo, son tan válidos al inicio de un proyecto como en todo su transcurso. No importa si el objetivo se divisa aún en un lejano futuro o si se encuentra cerca; tomémonos el tiempo para evaluar estos aspectos, y puede que antes de considerarlo nos encontremos un paso más cerca de la meta en el camino.

Share:

Capital Humano Coparmex Jalisco

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.