El mundo actual de los negocios se caracteriza por la apertura comercial de los países, producto de la adopción de modelos de libre mercado y economías mixtas, en el marco de un fenómeno mundial llamado globalización.
Dicha corriente económica ha propiciado cada vez mayor competencia y a la par la necesidad de que empresas, productos y marcas sean más competitivos.
En el seguimiento de esta tendencia global de negocios, las empresas se encuentran ante una encrucijada, un reto estratégico que pone a prueba la capacidad de trascender de las organizaciones, de transformarse en empresas internacionales y globales, de consolidarse en los mercados, de permanecer en la preferencia de los compradores; dicho reto es la adecuación de la mezcla de mercadotecnia a las condiciones cambiantes del mercado.
Los cambios que de manera natural e inevitable se dan en el ámbito económico, político, legal, financiero y cultural, originan la necesidad de un diseño estratégico de la mezcla de marketing que preserve el principio básico de la orientación al mercado.
Si consideramos que las variables de la mezcla de mercadotecnia son los elementos fundamentales con los que se persigue la aceptación del mercado y la rentabilidad de las propuestas de marketing, confirmaremos la trascendencia de la adecuación del producto o servicio, el precio, la estrategia de comercialización y la estrategia de comunicación a las condiciones diversas, y en ocasiones adversas de los diferentes mercados meta.
Sin lugar a dudas, la base del diseño estratégico de mercadotecnia es el entendimiento del mercado, sus necesidades, deseos y demandas; su dinamismo y sus tendencias, aunado al conocimiento de la competencia.
Es así que se renuevan constantemente los productos, entre lo nuevo novedoso y lo nuevo imitativo, buscando siempre conectar con el mercado, haciendo ajustes en su calidad, sus componentes, su diseño, sabores, colores, olores, accesorios o complementos, envases y empaques, etiquetas, beneficios adicionales, etc.; tratando de encontrar el equilibrio idóneo entre la funcionalidad y la estética, con toda la subjetividad que esto último implica.
Con las estrategias de precio se hace lo propio: El precio psicológico intenta ser más persuasivo y sutil que nunca, el juego de los precios de productos cautivos y los precios basados en el valor son la tendencia. Hoy en día no se compite con productos ni con precios, sino con conceptos y propuestas de valor.
Se actualizan también las estrategias de comercialización, encontrando nuevas alternativas y canales de venta, facilitando el acceso de los clientes a los satisfactores, valiéndose de las nuevas herramientas digitales, acortando las distancias virtuales y buscando en ello la ventaja en costos. E- comerce, e- business, door to door, pick up, customer experience, entre otros, son conceptos sobre los que hoy se centra la atención y se reinventa la logística de comercialización.
La comunicación de marketing y el branding no se quedan atrás. Hoy la atención está puesta en los medios alternativos, las redes sociales, la generación de contenidos atractivos y efectivos para los fines del marketing, los influencers; pero también en la experiencia del cliente, en la transmisión de valores de la marca, y el valor por el cliente.
Así es como el eterno dinamismo de los mercados originará siempre la necesidad de adecuaciones de estos elementos tácticos y controlables de las empresas: el marketing mix.