La forma en que las organizaciones trabajan ha evolucionado. Tanto el estilo de trabajo como la fuerza laboral se están tornando más diversas. Hay algunas tendencias, y retos, que se pueden ver en el camino.

Móvil y social

Hoy, cuando las personas colaboran, utilizan herramientas sociales; casi la mitad de los trabajadores utiliza tecnologías sociales en su trabajo diario. Las redes de amistades y colaboradores, los mensajes que se envían a grupos, inclusive la habilidad de señalar que un mensaje o publicación “me gusta” o ha sido recomendado, son características que se han vuelto estándares en el trabajo.

Los usuarios trabajan desde una mayor cantidad de dispositivos; ya quedaron atrás los tiempos en los que todo el trabajo se realizaba desde la misma computadora. Tan solo en los últimos cinco años, el número de dispositivos por usuario se ha incrementado dramáticamente. No es nada raro ver que además de hacerlo desde su computadora personal, los usuarios trabajen en su teléfono celular, tableta y desde la computadora de su casa.

El teléfono celular ha cambiado completamente la forma en que nos comunicamos y trabajamos. Muchos usuarios prácticamente viven en su teléfono. La conectividad es permanente, lo que hace que las líneas entre el trabajo y la vida personal se vuelvan difusas.

Diverso y global

El entorno de trabajo se ha vuelto más diverso; podemos tener hasta cinco generaciones distintas trabajando en una misma organización, todas ellas con antecedentes diferentes en su uso de la tecnología y preferencias distintas en cuanto a la forma de comunicarse y colaborar. Unos pueden preferir realizar una llamada telefónica mientras que otros optan por utilizar un mensaje instantáneo; unos se sienten más cómodos redactando un correo electrónico, y otros, conversando mediante un chat. 

Asimismo, cada vez hay más equipos distribuidos geográficamente. Los colaboradores no trabajan forzosamente en la misma oficina, en muchas ocasiones ni siquiera en la misma zona horaria. International Data Corporation (IDC) predice que para el 2020 más de un 70 % de la fuerza laboral estará trabajando de manera remota, lo que hará más retador el tener conversaciones cara a cara. Existe una mayor necesidad de habilitar la comunicación y colaboración sin importar dónde se encuentren las personas.

Basada en equipos y colaborativa

Existe también un movimiento hacia la transparencia e inclusividad en cómo se toman las decisiones. Las estructuras organizacionales se están volviendo cada vez más planas. Una persona en las empresas trabaja en promedio en el doble de equipos en los que lo hacía hace cinco años. Podemos ver cómo el equipo de trabajo reemplaza al individuo como la base de las organizaciones. Cada vez es más raro ver a una persona trabajando 100 % aislada; la competitividad ha forzado a las empresas a formar equipos diversos, que aprovechan la especialización de las personas para resolver tareas de alto impacto.

La mayor parte de los equipos son dinámicos. Es raro que los integrantes de un equipo no cambien en un proyecto que tenga varios meses de duración. Cuando entra un nuevo miembro al grupo, es común ver al resto de los integrantes revisar sus correos para enviarle la información del proyecto y acelerar la incorporación de la persona al equipo.

Pertenecer a una mayor cantidad de equipos también ha generado un incremento importante en las necesidades de colaboración. Un trabajador puede pasar hasta un 80 % de su tiempo colaborando con otros. Se vuelve vital que la información se encuentre disponible y que cualquier cambio, avance o tarea sea muy claro, no solo para los miembros que trabajaron en él en ese momento, sino también para aquellas personas que no participaron pero que estarán realizando cambios futuros.

¿Qué tendencias de las mencionadas está viendo usted hoy en su organización? ¿Cuáles han sido los cambios que ha vivido en la forma de trabajar de sus colaboradores?

En muchas ocasiones no nos damos cuenta del cambio de paradigmas, y eso impide que nuestra fuerza laboral pueda aprovechar todo su potencial. Seguimos trabajando en silos y convocando reuniones que complican la ya saturada agenda de las personas, y terminamos con una extraña sensación de que nuestro día no fue tan productivo como hubiéramos querido.

Es importante buscar las herramientas adecuadas que nos permitan trabajar en múltiples equipos y colaborar sin importar nuestra ubicación. Las hay de todos los rangos de precios, pero lo que tienen en común es que integran diversas formas de comunicación y la habilidad de reunir los recursos de los equipos de trabajo para facilitar la colaboración.

Además, necesitamos activamente capacitar a nuestro personal, ya sea mediante la contratación de instructores en la materia o bien utilizando los elementos de la empresa más avanzados en el tema para que compartan sus conocimientos y mejores prácticas con un equipo en un proyecto determinado. Una vez terminado el proyecto, todos los integrantes de ese grupo podrían hacer lo mismo en los siguientes equipos que formen, y así sucesivamente hasta que cambiemos la cultura de la organización.

Si desea conocer más sobre el tema, no dude en contactar a Coparmex para que lo reúna con empresarios que llevan un tiempo trabajando bajo este modelo y puedan compartirle sus experiencias.

Share:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.