Representar políticamente para gobernar democráticamente. Las elecciones sirven para hacer fluir la voluntad general de los ciudadanos y que esta sea ejercida por sus gobernantes en forma de poder político. El problema en México, y particularmente en Jalisco, es que el diseño de las formas de elección de estos presenta varios defectos; la integración del legislativo un claro ejemplo de ello.

Jalisco en perspectiva internacional comparada

El sistema electoral para la integración de la Cámara de Diputados del estado de Jalisco se categoriza en:

  1. Sistema mixto. Combina dos fórmulas de escrutinio, mayoría relativa (MR) y proporcionalidad (representación proporcional). La primera es de votación simple, en donde el candidato con el mayor número de votos recibidos logra convertirse en legislador. La segunda, como su nombre lo indica, reparte 19 escaños a través de los porcentajes proporcionales de la votación emitida durante la elección. Este proceso es semi compensatorio, ya que al partido mayoritario se le consideran sus asientos obtenidos por MR y se le asignan lugares de RP en proporción del porcentaje de votación con el fin de igualarlo con el total de los curules de la Cámara; a los partidos políticos minoritarios no se les aplica la compensación o consideración a las posiciones que obtuvieron por MR.
  2. Cláusula de representatividad. Para que un partido político pueda tener representación en el parlamento a través de un legislador, por lo menos debe obtener el 3.5% de la votación total emitida.
  3. Cláusula de gobernabilidad. Se encarga de asignar cinco puntos porcentuales más a la votación total recibida por el partido más votado, por lo que también se le conoce como el premio a la mayoría.
  4. Existen 20 distritos en los que en el sistema asigna un diputado por MR (candidaturas uninominales), pero en un segundo plano, por medio de los porcentajes mayores de voto de cada partido político, el sistema le puede asignar más de uno a ciertos distritos.
  5. La lista de candidatos plurinominales no es votada por los electores, sino que está incluida al reverso de la boleta. De esta manera, se dispone que el mismo voto sirve para los candidatos de mayoría relativa y luego para determinar cuántos de la lista serán asignados a cada partido.

Conclusión

A modo de un balance general, se puede afirmar que a partir de 1995 la estructura electoral de Jalisco se ha venido modernizando en algunos aspectos frente a la legislación federal en la materia. No obstante, su diseño electoral también contiene retrocesos como el premio a la mayoría, mal llamado cláusula de gobernabilidad.

Si se aspira a un Gobierno democrático, lo primero que debe hacerse es asegurar el autogobierno popular a través de representantes. En la actualidad, en nuestro estado eso no sucede por la ausencia de reelección inmediata.

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