Muchas personas asocian el trabajo con algo tedioso o aburrido, cuando este no es excluyente de la diversión. Por el contrario, un factor primordial sobre la productividad y eficiencia de las personas es su estado de ánimo. La productividad y eficiencia aumentan cuando las personas disfrutan lo que hacen, están en un ambiente amigable y se sienten felices. La diversión motiva a la gente a realizar sus labores y acudir al trabajo con mayor energía.
De acuerdo con un estudio de ManpowerGroup, nos encontramos en una era denominada Human Age, donde la única certidumbre es la incertidumbre, y en la que el talento es el mayor agente del crecimiento económico.
Lo anterior hace imperativo que las organizaciones sean capaces de retener y desarrollar al talento adecuado, con las habilidades, actitud y mentalidad correctas. Esto exige que los líderes replanteen la manera en que entienden, tratan y administran el talento.
Dale Carnegie, escritor, orador y creador de varios cursos sobre superación personal, decía que las personas rara vez tienen éxito a menos que se estén divirtiendo. En esta misma idea, Shawn Achor, investigador de la Universidad de Harvard, menciona que la gente cree que la felicidad se alcanza con éxitos, pero, por el contrario, es la felicidad la que genera el éxito. Cuando una persona es feliz y sonríe, se generan neurotransmisores, los cuales aumentan las conexiones neuronales, con lo que se mejora la capacidad de aprendizaje y se aumenta el desempeño hasta en un 30%.
Realizar actividades divertidas en la oficina también es una forma de atraer y retener al talento, el cual hoy en día es escaso. Según la encuesta “Escasez de talento” de ManpowerGroup, el 44% de los empleadores en México tiene dificultades para cubrir vacantes. ¿Quién no quiere trabajar en una empresa divertida?
Se trata de acciones que realizamos mientras seguimos trabajando, como una forma de experimentar un quiebre de actividades. El objetivo es darnos el tiempo de hacer mucho más divertida la rutina diaria. Están comprobados sus beneficios: trabajadores menos estresados, más comprometidos, alegres y con un mejor desempeño.
Personalmente, ayuda a desarrollar ciertas habilidades y competencias, como pensar fuera de la caja, desarrollar la creatividad, el análisis y la resolución de problemas, entre otros. Asimismo, genera beneficios para la empresa. Permite mejorar el ambiente laboral y el compañerismo, promoviendo el trabajo colaborativo y contagiando una actitud positiva. Simultáneamente, reduce el estrés y mejora el servicio al cliente. De acuerdo con un estudio del MIT, las empresas donde las personas se sienten apreciadas y con libertad para innovar aumentan sus ingresos hasta en un 40%.
Contrario a lo que la mayoría cree, divertirse en la oficina no requiere gran inversión. Es posible lograrlo modificando la forma en que se realizan las tareas diarias, así como incluyendo nuevas actividades en el día a día. Un simple cambio de actitud es suficiente. Solemos enfrentarnos a situaciones complicadas que exigen gran concentración y compromiso. Mientras algunas personas pueden percibirlas como obstáculos, una buena idea es verlas como retos para innovar, los cuales nos harán mejorar.
Existen muchas otras formas en que se puede disfrutar el trabajo. Lo ideal es que se analice la cultura de la organización para crear actividades acordes a ella. A continuación se encuentran algunas ideas:
- Sonríe siempre que puedas
- Saluda a todas las personas e interésate sinceramente en ellas
- Reconoce los logros de tus compañeros
- Comparte experiencias positivas que tengas
- Tómate cinco minutos al día para relajarte
- Busca maneras creativas de hacer juntas de trabajo
- Organiza concursos
- Fomenta la sana competencia, incluso contra ti mismo
No obstante, hay que cuidar que la diversión no se convierta en una distracción o moleste a otras personas, basándose siempre en el respeto.
