Un empresario continuamente se hace la pregunta de cómo incrementar la productividad de su empresa, y las respuestas por lo general terminan en la implementación de estrategias de comercialización más eficientes. ¿Se han puesto a pensar qué sucedería si estos esfuerzos los invirtieran en el recurso más importante del negocio? 

Invertir en el recurso humano y ocuparnos de conservar su salud en óptimas condiciones puede llevar a nuestra empresa a otro nivel. Estudios científicos conducidos en la última década por prestigiosas universidades demuestran que un colaborador que desempeña sus actividades en oficinas amigables aumenta su productividad en un 17%. La reducción de la jornada laboral de ocho a seis horas implementada en Suecia resulta en un 25% de aumento en la productividad. En México estudios demuestran que los trabajadores felices incrementan en un 33% su energía, lo que impacta en 88% el aumento en su productividad. Lamentablemente, cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) mencionan que el 75% de la población laboralmente activa está estresada.

Debido al incremento de casos de estrés, la Organización Mundial de la Salud recientemente modificó la definición de salud, y consideró por primera vez no solamente el bienestar físico, sino también el mental y emocional. 

El estrés laboral es el resultado de varios factores de riesgo, como una deficiente gestión organizacional debido a múltiples factores, entre los que se encuentran que el trabajador deba realizar jornadas prolongadas o tenga cargas de trabajo excesivas, que exista una falta de claridad de las funciones que debe desempeñar, que no se le permita tomar decisiones o que no cuente con apoyo por parte de su jefe, o que sufra de violencia física o psicológica de un compañero de trabajo o un grupo de personas (mobbing). 

estrés laboral

El estrés tiene manifestaciones físicas, emocionales y sociales. Algunas de las manifestaciones físicas más frecuentes son dolor de cabeza, tensión muscular, fatiga, problemas de sueño, gastritis, colitis y enfermedades crónicas. Las manifestaciones en el estado de ánimo son ansiedad, agitación, falta de motivación o concentración, agobio, irritabilidad, depresión. En el comportamiento, comer en exceso o comer poco, arranques de ira, abuso de alcohol, consumo de tabaco, retraimiento social, y hacer menos ejercicio.

Así que si usted presenta alguno de estos signos o ha notado estas actitudes en sus colaboradores, es momento de comenzar a actuar y realizar cambios. 

Los expertos en la materia pueden ayudar a los empresarios a identificar los factores de riesgo en las compañías para que tomen las mejores decisiones y lleven a sus empresas a otros niveles de productividad con trabajadores más felices.

Además, esto les permitirá dar los primeros pasos hacia el cumplimiento obligatorio de la NOM-035-STPS-2018, publicada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) en octubre de 2018.

Ya no hay pretextos para empezar a actuar y crear una fuerza laboral en México más productiva, más feliz y saludable.

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