Como conclusión a los temas desarrollados en el libro y como consecuencia de las dificultades por las que pasan se hace necesario promover en las empresas familiares un significativo cambio cultural. En primer lugar, para que la empresa funcione bien hay que delimitar y/o separar explícitamente los temas que se refieren tanto a la familia como a la empresa. Esta separación se realiza definiendo claramente las reglas de juego (o protocolo o estatuto familiar) que hacen explícitas las interacciones entre ambos ámbitos.
Como criterio fundamental debe establecerse que la familia ha de estar al servicio de la empresa y no al revés. Por ejemplo, el pago de los dividendos o la retribución a familiares que trabajan en la empresa debe hacerse en función de los beneficios obtenidos y no de las necesidades. En especial, el establecimiento de un protocolo familiar clarifica los aspectos más críticos de la política de recursos humanos (criterios de selección y contratación, diseño de puestos de trabajo, remuneración, promoción y plan de carrera) con los miembros de la familia y con los profesionales externos.
En segundo lugar, los problemas de la empresa familiar son previsibles y comunes. Por esta razón es conveniente conocer tanto los modelos teóricos existentes como las experiencias prácticas de éxito y fracaso de las empresas familiares. A pesar de todo, cada empresa y cada familia son diferentes y por ello cada situación requiere una solución diferente y hecha a su medida.
Cada empresa familiar y cada familia empresarial son diferentes a las otras familias y/o empresas. Por ello cada caso requiere un tratamiento y consideración diferente, una forma de abordar la situación que es específica para este caso. Aunque se pueden señalar una serie de principios generales para el buen gobierno y la continuidad de una empresa familiar no hay soluciones mágicas extensibles a todas las empresas familiares.
En cambio, a partir de este momento, los cambios en el entorno y la llegada de una nueva generación de familiares y de directivos a las empresas familiares han ayudado a potenciar la impresionante transformación que está viviendo la empresa familiar en la última década.
Una mayor profesionalización e institucionalidad de su personal, facilitando tanto el cambio generacional como el desarrollo de los instrumentos directivos necesarios y así lograr emigrar de una Empresa Familiar a una Familia Empresarial.
Las estadísticas nos dicen que la gran mayoría de las empresas familiares están destinadas al fracaso y que no logran ir más allá de la tercera generación.
Esto no ocurre solo en latino américa, sino en todo el mundo. Sin embargo, ese pequeño porcentaje que si logra sobrevivir y avanzar saludablemente a través de las generaciones nos ha enseñado el camino.
Hemos aprendido de esas empresas, transmitiendo esas lecciones, atreviéndonos a desafiar el destino.
Este libro describe las amenazas, oportunidades, problemas y conflictos que afectan a la empresa familiar, pretendiendo difundir un mensaje de esperanza, si se puede tener una empresa familiar y al mismo tiempo disfrutar el éxito de generación en generación. Es cosa de proponérselo y aplicar una serie de medidas que permitan a la familia estar alineada para enfrentar el futuro y sea capaz de ser ordenada y disciplinada en la puesta marcha de tales medidas.
Descarga mi libro “De Empresa familiar a Familia Empresarial” desde el sitio: http://librosernestogomezibarra.com