Cada emprendimiento pasa en sus inicios por el valle de la muerte, ese momento en el que el capital con el que iniciaste tu sueño se acabó, pero aún no llegas a punto de equilibrio. Ese primer paso en el camino del emprendimiento está repleto de ensayos y errores acompañados siempre por un hálito de esperanza, un susurro que te hace levantarte en cada caída, porque en el fondo, sabes que después de pasar ese obstáculo, tal vez logres sortear el valle de la muerte. Y en ese ejercicio del “ya merito” puede pasar una semana o 5 años.
Esta imagen me gusta mucho porque refleja muy bien el reto de todo emprendedor: seguir o claudicar en la misión.
¿Qué es lo que te permitirá no claudicar en esos momentos decisivos mientras inicias o continúas tu emprendimiento? Los americanos lo llaman Grit, y no hay una palabra en español que describa literalmente ese adjetivo, tal vez el adjetivo que más se acerca es “tesonero”. Pero para tener Grit, hay un componente fundamental: el optimismo. Y es solo una cuestión de actitud. En un estudio realizado por el Dr. Seligman encontró que cuando tu manera de explicar los fracasos es optimista, tu grit se incrementa en cada uno de los baches que te encuentras en el camino. El emprendedor optimista transforma las historias para su beneficio y el pesimista acaba eventualmente tirando la toalla. Y todo se reduce a las 3 P’s “Permanencia, Perseverancia y Personalización”.
El emprendedor pesimista pensará que los problemas durarán mucho tiempo “Nunca podré salir de esto”, que son universales “No se puede confiar en nadie”, y que ellos son los culpables “Soy malísimo en esto”. En cambio el emprendedor optimista siempre encontrará que los problemas son temporales “Esto, también pasará”, que tienen una causa específica y no son universales “Cuando el mercado mejore, ese detalle no será un problema”, y que no son culpa de ellos “Soy bueno en esto, hoy solo fue un mal día”.
Revisa las historias que te estás contando y cambia tu actitud, eso eventualmente te dará todo el grit que necesitas para encontrar el diamante de tu emprendimiento.