Las empresas competitivas necesitan centros de datos ágiles que puedan adaptarse a las cambiantes necesidades del mercado.

Desde hace algunas décadas, las organizaciones se han ido automatizando, incorporando primero equipos de cómputo, después pequeñas redes que les permitían comunicarse entre ellas y más tarde poderosos servidores que concentraban la información y la procesaban. Todo esto hizo a las empresas mucho más productivas; sin embargo, produjo una consecuencia que presenta un reto complejo: las organizaciones requieren de un grupo de especialistas que operen y mantengan el centro de datos y los sistemas. Esto es costoso y además no impacta directamente la función de la empresa, a menos que esta se dedique a los sistemas computacionales; por ejemplo, una exitosa compañía manufacturera requiere de un especialista en servidores; sin embargo, los servidores no son su foco de negocio.

Nube de datos

Hoy, con la transformación digital, que busca que todos los procesos sean administrados digitalmente y que pretende analizar toda la información generada para descubrir tendencias y tomar mejores decisiones, los centros de datos necesarios son cada vez más grandes y complejos. Esto ha provocado que se busque que los centros de datos se muevan hacia la nube, lo cual ha generado algunos beneficios que las organizaciones pueden aprovechar:

  • Reducción de costos de espacio, energía y mantenimiento de los equipos. Al tener los servidores o aplicaciones fuera de la empresa, el proveedor de nube se encarga de su mantenimiento y de los recursos necesarios para su operación.
  • Mayor flexibilidad. ¿Necesita incrementar su poder de cómputo en una temporada de mucho movimiento en la organización? Se asignan más recursos por el periodo de tiempo necesario, usualmente en minutos y no en los días que toma solicitar y preparar un servidor nuevo.
  • Mayor disponibilidad. Con base en economías de escala, los proveedores de nube cuentan con niveles de redundancia, que requieren de una inversión considerable para poder implementarse en nuestras organizaciones.
  • Cercanía con sus clientes. ¿Quiere que sus clientes de Europa o de Asia tengan la misma experiencia de servicio que sus clientes locales? Puede desplegar sus servidores en las zonas más cercanas a sus clientes y así asegurar que todos reciban un nivel de servicio similar.

Aunque estos beneficios suenan muy atractivos y muchas empresas están empezando su migración hacia la nube, la mayoría de las organizaciones se muestran cautelosas y han decidido esperar, en mi opinión por alguna de las siguientes razones:

  • Tienen mucho invertido en su centro de datos físico. Esta es una razón muy válida, sobre todo si la inversión fue hecha hace menos de dos años. De cualquier forma, estas organizaciones deberían empezar a evaluar las áreas en las que la nube les puede ofrecer beneficios. Un ambiente híbrido es posible y puede entregar los beneficios de ambos mundos.
  • Consideran que la nube es insegura. Este es un mito que se produce al tener los servicios fuera de la empresa. La realidad es que la seguridad de los sistemas en la nube es idéntica a la que se tiene en los equipos de la organización si tomamos las mismas precauciones, como redes virtuales privadas (VPN por sus siglas en inglés), cuidado en los permisos y configuración de los accesos. Inclusive, la seguridad de los sistemas en la nube puede ser mayor si consideramos que nadie puede llegar a un servidor alojado en el centro de datos de un proveedor de nube, caso que no sucede en algunas ocasiones con nuestros propios servidores, que no tienen la misma seguridad física.
  • No tienen los conocimientos necesarios para llevar sus sistemas a la nube. Esta es una causa común, y completamente válida. Para que una compañía lleve sus sistemas a la nube, se sugiere contratar los servicios de una empresa que la asesore. Al igual que las empresas que instalan y configuran los servidores físicos, es necesaria una organización que cuente con personal capacitado para habilitar los sistemas en la nube. Platique con su proveedor; en ocasiones cuenta con el personal adecuado para estas tareas.

Como lo mencionaba anteriormente, no es necesario migrar toda la infraestructura en un solo paso, pero vale la pena evaluar si la nube tiene características que puedan beneficiar a la organización. Las cargas más comunes que se tienden a mover a la nube son las siguientes:

  • Respaldo y réplica de información. Los datos de las organizaciones son muy valiosos, y las buenas prácticas sugieren guardar una copia de ellos fuera de la empresa para protegerlos de un incidente mayor. Si mantener un centro de datos es complejo, mantener un segundo centro de datos para albergar información de respaldo no es viable en la mayoría de los casos. La nube presenta una alternativa segura y económica para la información de respaldo.
  • Ambientes de desarrollo y pruebas. Los sistemas de desarrollo suelen utilizarse por tiempos cortos, y dependiendo de la naturaleza de estos pueden requerir configuraciones distintas. La flexibilidad de la nube permite levantar escenarios de pruebas rápidamente y pagar por ellos solo mientras se utilizan, lo cual optimiza la inversión sin sacrificar la funcionalidad.
  • Alojamiento de servidores y servicios “con vista al público”. Aquellos sistemas que son utilizados por clientes o colaboradores desde cualquier punto fuera de la organización son buenos prospectos para llevarlos a la nube. Sistemas de correo o portales de tiendas en línea son ejemplos claros de esto. Es mucho más sencillo entregar acceso seguro y multiplicar la capacidad cuando los servidores se encuentran en la nube que cuando los tenemos en nuestro centro de datos.

Recomiendo que, si no lo ha hecho, voltee a ver a la nube como una opción para su empresa. Es un paso importante hacia la transformación digital, y creo que es algo indispensable para mantener la competitividad de las organizaciones en el entorno actual.

Si necesita generar ideas de cómo sus servicios actuales se pueden beneficiar de las tendencias como la nube, el Taller de Innovación que periódicamente realiza Coparmex es una buena fuente de métodos y ejercicios.

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