A raíz de la pandemia por la COVID-19 en la que se desdibujó la línea entre lo real y lo virtual el futuro nos alcanzó. Las empresas de tecnología tuvieron que realizar la transición para ofrecer más y mejores entornos virtuales de trabajo, aprendizaje, juego, compras y en general de toda la vida en línea.

Durante mucho tiempo los conglomerados virtuales nos han seguido la pista y conocen casi todo sobre nosotros, si estos siguen creciendo y controlando nuestras decisiones y comportamientos tendremos distopias virtuales regidas por ellos. Para que esto no suceda necesitamos un esquema descentralizado de metaverso en el que las personas tengan control sobre su vida virtual, datos e identidad. Se requieren estrategias efectivas, con tecnología sólida para potenciar la condición humana.

Este libro explica con un lenguaje claro las tecnologías inmersivas que conforman el metaverso. Analiza las aplicaciones de integración tecnológica y modelos económicos del metaverso e incluye casos prácticos con los que presenta nuevas perspectivas para el crecimiento de la economía digital. Los autores destacan que, con la siguiente generación de internet, la -web3- somos testigo del nacimiento de un nuevo mundo en el que todos participarán.

El primer año del metaverso fue en 2021, y la siguiente iteración y actualización está en progreso. Nuestro futuro está ligado al concepto de identidad digital en un espacio virtual. Cada noción de metaverso es un jardín amurallado en el que se van conjuntando los bloques para construir un mañana verdaderamente interoperable y soberano. Es el primer universo compartido de la mente en el que las únicas limitantes son la capacidad de procesamiento y la conectividad. 

Meta Platforms (antes Facebook) fue el primer gigante tecnológico en identificar el ecosistema del metaverso como un objetivo estratégico prioritario y ahora muchos otros están listos. Mark Zuckerberg, afirmó en junio de 2021 que su empresa tenia la mira puesta más allá de las redes sociales y mencionó sus planes de convertirla en una empresa del metaverso en unos 5 años y en octubre del mismo año anunció el cambio de nombre de Facebook a META

En esta etapa se aplican tecnologías de punta de manera integrada por ejemplo el blockchain creará activos digitales, la IA (inteligencia artificial) se convertirá en el cerebro inteligente de las redes globales y creará “humanos digitales” mientras que la RA (realidad aumentada) se encargará de la superposición del mundo virtual y el físico.

El metaverso no es una utopía sino un nuevo entorno digital, muy real, que ayudará a concretar el mundo digital y el físico, la economía digital y la real, la vida digital y la social, los activos digitales y los físicos y la identidad digital y la real. Se trata de que el mundo alternativo mejore el real. Cuando enfrentamos este tipo de transformaciones nuestro futuro depende de su comprensión. Conviene entender la esencia del cambio y no actuar atropelladamente en pánico sino dedicar tiempo a estudiar y a reflexionar para entenderlo verdaderamente. Si el universo virtual no pudiera darle el valor suficiente al mundo real, no tendría mucho potencial de crecimiento.

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Gerente de comunicación de LID Editorial Mexicana

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