Esta obra amena y útil está llamada a ser un libro de cabecera para los ingenieros y futuros profesionales de esta disciplina.  Escrita por Santiago Barcón quien ha dedicado su vida laboral a ser cada vez mejor profesional y a formar a otros, siempre compartiendo con gran generosidad sus experiencias y conocimientos.

Desarrolla 10 mandamientos para ingenieros que bien pueden aplicarse a todos los trabajadores de cualquier ámbito. Nos lleva a reflexionar sobre el mundo que queremos para vivir al tener el bien común y el respeto a los demás como principios al ejercer nuestra profesión. En este libro nos encontramos con temas tan importantes como el ser honestos, actualizarse constantemente, no basar el éxito profesional en los resultados económicos sino en hacer bien el trabajo, no mentir, utilizar materiales de la mejor calidad, etcétera.

 Los 100 consejos que ofrece el libro se pueden agrupar en las siguientes temáticas: Competencias y valores, desarrollo personal-profesional y ejercicio de la profesión. Además de explicarlos presenta ejemplos reales que ilustran la importancia de lo enunciado.

“Quizá el atributo que más contribuye al éxito de una persona es la perseverancia” Sin esta convicción, todo lo que emprendamos quedará trunco y creará una espiral descendente. La perseverancia no suele ser una cualidad que distinga a los mexicanos, ya que tienden a desanimarse y a asumir una actitud derrotista.

Sobre la experiencia comenta que no nada más valen los años que uno ha dedicado a cierta actividad sino a lo que se ha aprendido realmente; por lo que hay que salir de la zona de confort, aceptar nuevos retos y nunca dejar de aprender.

Toca temas que pueden parecer banales pero que en el día a día son fundamentales para el buen desempeño como que se debe decir “nosotros”, no “yo”. Un buen ingeniero debe aprender, desde el primer día, que es indispensable hablar en la primera persona del plural. Hablar de esta manera requiere de disciplina y seguridad en uno mismo.

Todos son temas que resaltan la relevancia de no solo tener conocimientos técnicos, años de experiencia, actualizaciones constantes sino desarrollar en el día a día habilidades personales y profesionales. Estar abierto a aprender de los demás, a reconocer el trabajo de terceros, a rectificar cuando nos hemos equivocado, entre otros.

El autor invita a los lectores a practicar con constancia lo planteado en el libro, para que queden bien enraizados y se vuelvan un hábito natural.

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Gerente de comunicación de LID Editorial Mexicana

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