Con el pasar de los años, el mercado laboral ha evolucionado, permitiendo que cada vez más mujeres aporten su talento y se desarrollen como profesionales en diversos campos. Sin embargo, esta mayor libertad viene acompañada de nuevos retos, aunque hoy las mujeres pueden desempeñarse en puestos directivos y empleos de alta especialización, conciliar su vida laboral y familiar sigue siendo un gran reto.
La filósofa francesa Simone de Beauvoir reflejó esta situación al afirmar: “Lo que ella desearía es que la conciliación de la vida familiar con un oficio no le exigiese agotadoras acrobacias”. Aún hoy, muchas mujeres asumen una mayor carga en las tareas del hogar y el cuidado de los hijos, incluso cuando trabajan tanto o más que sus parejas.
Por lo anterior, identificar las diferencias en la experiencia laboral entre hombres y mujeres en México, es clave para construir una cultura inclusiva que brinde mejores condiciones para que todas las personas tengan la oportunidad de contribuir con su talento.
En este sentido, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) realiza estudios anuales sobre la realidad laboral de las mujeres. En su informe más reciente, “Realidad en el trabajo 2024”, revela que solo el 38 por ciento de las mujeres con hijos alcanza puestos de mando medio, y esta cifra disminuye al 16 por ciento en los puestos de alta dirección.
Estos datos resaltan la necesidad de trabajar en políticas internas que ofrezcan flexibilidad laboral, permitiendo a mujeres y hombres cubrir sus necesidades familiares al mismo tiempo que se desarrollan profesionalmente y aportan a la economía.
Los estudios del IMCO señalan que la inclusión de más mujeres en el ámbito laboral formal no solo enriquece la cultura empresarial, sino que puede traer nuevas perspectivas, fomentar la innovación y mejorar el desempeño financiero de las empresas. Según Harvard Business Review, contar con mujeres en roles estratégicos genera un impacto positivo en estos aspectos.
Para realmente generar mejores condiciones y oportunidades, es fundamental abordar temas evidentes, como la brecha salarial entre mujeres y hombres en puestos equivalentes. Es urgente establecer un estándar de equidad que permita a todas y todos los colaboradores desarrollar su talento y habilidades sin distinciones.
Las empresas tienen el potencial de ser agentes de cambio, con pequeñas acciones, como incorporar más mujeres en roles de liderazgo, ofrecer horarios flexibles y reducir la brecha salarial, pueden contribuir a un mundo más justo y equitativo, con oportunidades para todos.
En Coparmex Jalisco, impulsamos la equidad y estamos convencidos de que sumar liderazgos femeninos en las empresas es un paso fundamental para fortalecer nuestra economía y construir un mejor país, en donde el desarrollo de su gente no depende de su género ni condición social.