Flexibilidad es la palabra clave para hacer frente a los cambios del entorno, de la economía, de las necesidades de los clientes. La complejidad del mercado global obliga a las empresas y a las personas a desarrollar nuevas capacidades para adaptarse fácilmente a esos cambios.
El área de talento humano se está preparando ante esos retos, por lo que aclararemos a qué nos referimos cuando hablamos sobre estructuras organizacionales flexibles.
La experiencia nos ha enseñado que las estructuras organizacionales con muchos niveles de mando entorpecen frecuentemente la operación y hacen más lento y burocrático el proceso de autorización en las empresas. Las estructuras flexibles demandan configuraciones planas, donde exista un alto nivel de empoderamiento, políticas claras en los alcances de cada posición, claridad en los objetivos organizacionales, de equipo e individuales, lo que permite comprometerse con estos y tener clara cuál es la participación y lo que se espera de cada integrante, lo que requiere talento calificado y especializado. Las estructuras organizacionales flexibles no solo dan soporte a la operación, sino que trabajan por proyectos, por asignaciones particulares que esté demandando el mercado.
A estas nuevas formas de colaborar se les ha llamado uberización del trabajo, ya que las formas, las ubicaciones físicas de la empresa y de las posiciones o de las personas están sufriendo transformaciones disruptivas.
En ese contexto, los esquemas de contratación por periodo definido, es decir, por proyecto, se han posicionado como una alternativa productiva, atractiva, rentable y viable para las empresas y para los candidatos o empleados, quienes también deben seguir mostrando apertura y flexibilidad ante estas nuevas modalidades laborales.
¿Qué favorece las estructuras flexibles?
Estructuras inflexibles frente a estructuras organizacionales flexibles
Las estructuras organizacionales tradicionales, hoy en día muy frecuentes en las empresas, refieren principios comunes:
- Las jerarquías o niveles organizacionales son muy definidos; cada posición tiene una participación determinada.
- Los directivos definen la estrategia, los mandos medios la comunican y se aseguran de que se cumplan los objetivos y el resto de los niveles organizacionales la ejecuta.
- Controles excesivos de funciones.
- Alto grado de concentración de poder y autoridad en los niveles jerárquicos superiores.
- Acciones en una sola dirección (de arriba hacia abajo).
- Limitación en acciones para una libre retroalimentación y comunicación.
Los temas que en las empresas favorecen la flexibilidad para responder a los cambios y requerimientos no solo del entorno sino de los clientes (tales como ¡necesito la entrega de mercancía tres días antes!, ¡requiero modificar el empaque que facilite mi logística!, ¡es importante que la liberación del producto sea más rápida!, etc., etc.) requieren de habilidades, procesos, políticas y aplicación de talento indispensables en las empresas, como las que se enuncian a continuación:
- Liderazgo flexible: Líderes que puedan adaptarse fácilmente para tomar decisiones ágiles y generar niveles de confianza elevada. Flexibilidad para facultar a los empleados en la toma de decisiones.
- Comunicación flexible. Claridad en la comunicación y habilidad para desdoblar rápidamente la información a todos los grupos interesados. Fomentar y facilitar el diálogo interno abierto, sin prejuicios y con disposición a escuchar proactivamente.
- Cultura flexible: Alineación de la cultura organizacional y el logro de los objetivos, es decir, alcanzar y rebasar los retos del mercado, pero hacerlo con apego a los valores organizacionales, así como reconocer y recompensar a los integrantes de la empresa por resolver favorable y ágilmente cualquier situación que se les presente ante los cambios frecuentes del mercado.
- Talento calificado y especializado: La capacidad de la empresa para desarrollar a los empleados y de estos para aprender, crecer, asumir responsabilidades, todos alineados con los objetivos de la organización, tendrán un impacto importante en el grado de flexibilidad de la empresa.
- Sistemas de tecnología de información flexibles: Estos han ejercido una notable influencia en la aparición de nuevas configuraciones de diseño organizativo y de información, que requieren de rapidez, de capacidad para adaptarse, y que favorecen la reducción del costo y la flexibilidad en las organizaciones.
Una empresa flexible, con estructuras líquidas, que se anticipe a las necesidades de respuesta y que esté dispuesta a probar nuevos enfoques buscará nuevos esquemas de relaciones laborales, nuevas maneras de compensar, reconocer y motivar al personal, nuevas formas de gestionar la estrategia, de innovar cómo comunicarse. Se volverá una organización más eficiente, más productiva, donde el área de talento humano puede incidir rotundamente en este modelo de gestión, incluyendo todos estos factores, que favorecerán la capacidad para responder a los retos y exigencias del mundo moderno, y elevará su sentido de competitividad.