¿Quién iba a pensar que, para el año de 1998 Kodak, con 170,000 colaboradores y vendiendo el 85% de todo el papel fotográfico en el mundo, al poco tiempo quedaría en bancarrota?
Veamos hoy en el 2021 a Uber como la cadena de taxis más grande del mundo, sin poseer ningún vehículo, o Airbnb como la compañía de hoteles más amplia en todo el planeta, y de igual forma sin poseer ninguna propiedad. En la música lo que antes era comprar discos, ahora es una plataforma con un concepto freemium, en el que puedes pagar una mensualidad para escuchar donde quieras lo que quieras.
Sitúate 20 años más adelante en el año 2041, y pregúntate: ¿De qué nos vamos a estar riendo acerca de lo que hacíamos en el 2021? ¿Cómo podemos detectar hoy las oportunidades del mañana? Veamos como ejemplo a la industria de autotransporte, los automóviles autónomos, sin chofer al volante, son prácticamente una realidad. Para el 2024 seguramente nos podremos cuestionar formalmente ¿Para qué necesito un automóvil si puedo tomar un servicio de carpool a un precio accesible además de no tener que gastar en mantenimientos? En el futuro es posible que las calles sean más fluidas y con espacios para movilidad en bicicleta u otros métodos de transporte no contaminantes. Esto representará un gran reto para las empresas aseguradoras, por ejemplo, ya que existirán menos accidentes automovilísticos y en consecuencia menos personas dispuestas a contratar un seguro de automóvil. Es ahí donde la innovación en los modelos de negocio puede hacer toda la diferencia, al detectar mega tendencias se presentan grandes oportunidades para entrantes disruptivos que puedan plantear una nueva forma de hacer negocio en la industria. Así mismo, múltiples industrias involucradas con los autotransportes podrán vivir una época de innovaciones disruptivas en los años por venir, mismas que podrán venir tanto de las empresas dominantes al día de hoy o de empresas de nueva creación con modelos de negocio revolucionarios.
Para detectar oportunidades se pueden leer investigaciones y estudios, detectar macrotendencias o utilizar herramientas como matrices, mapas y diagramas; sin embargo, es necesario siempre partir desde el cliente/usuario para lograr realmente innovar. Design Thinking, una metodología que ha revolucionado la forma en la que se desarrollan productos en los últimos años, nos enseña que cualquier innovación deberá estar fundamentada en pensar desde el punto de vista del consumidor en lugar de lo que diga el departamento de ingeniería o de producción. La pregunta ahora sería ¿Cómo lograr pensar desde el punto de vista del consumidor?
Para lograr pensar como un consumidor, se requiere de un esfuerzo de observación así como de una gran interacción para entender sus necesidades reales. No es poco común que los consumidores ante una encuesta respondan una cosa pero realmente hagan otra, la etnografía es un método de investigación que facilita el estudio y comprensión de la población, se basa en entrevistas y observación de tal forma que se complementen ambas para encontrar lo que realmente necesitan los consumidores.
P&G ha utilizado esta herramienta para incrementar sus productos innovadores, un ejemplo de ello es el Swiffer. Los Ingenieros con la tarea de revolucionar el mercado de la limpieza de superficie, después de varias sesiones de trabajo sin éxito, se dieron cuenta que la señora que estaba realizando el aseo de la sala durante una pausa en la sesión, de manera muy natural, mojó primero un trapo para que los granos de café que se encontraban encima de la mesa se pudieran adherir más fácilmente al trapo; esta observación de quienes estaban presentes fue clave para el éxito que tuvo el producto en años subsecuentes.
Decía Albert Einstein: “Si tuviera una hora para resolver un problema, y mi vida dependiera de la solución, dedicaría 55 minutos para pensar en el problema y 5 minutos para solucionarlo”. Así es que encontremos la definición de lo que es realmente el problema, para que luego busquemos y evaluemos la mejor solución.
Ahora bien, cada problema tiene una solución, pero no todas las soluciones tienen un problema, Dice Ash Maurya, que la vida es demasiado corta como para construir algo que nadie quiere, así que no olvidemos que el objetivo será averiguar qué hay que construir, cuál es la problemática que estamos realmente atendiendo y, sobre todo, ¿Qué necesita el consumidor?