Una de las aspiraciones de la mayoría de las empresas pequeñas tradicionales es aquella de volverse más innovadora, poniendo como ejemplo a los grandes corporativos o bien a las ágiles Startups. Sin embargo, obstáculos frecuentes que nos encontramos es que nuestras empresas no son tan vanguardistas como las últimas ni tienen los vastos recursos con los que cuentan las primeras. Esto ocasiona que se pierda el impulso y que las tareas diarias no permitan que integremos la innovación como un componente cotidiano de nuestra organización.
Se puede revertir esta tendencia, y en mi opinión no requiere un esfuerzo o una inversión grande, sólo la convicción de que lograr la innovación es algo importante para nuestra empresa y la confianza para aguantar las fricciones que se presentan al implementar cualquier proyecto nuevo.
El primer paso para buscar integrar más innovación a nuestra empresa, una vez que determinamos que hacerlo es un objetivo, es fomentar una cultura de innovación. Sin una cultura que propicie y permita la innovación, será muy complejo destinar recursos y lograr avances significativos.
La recomendación es iniciar desde arriba, si los líderes de la organización se encuentran convencidos y tienen ciertas guías para fomentar la cultura de innovación en sus equipos, esta se permeará y podrá florecer. Estar abiertos a ideas nuevas, solicitar diferentes puntos de vista, propiciar sesiones de “semáforo verde” donde los miembros de sus equipos revisen situaciones y propongan soluciones distintas sin que nadie las rechace en el momento empoderan a las personas y los acostumbran a pensar en alternativas. Compartir videos o lecturas con el equipo sobre creatividad y métodos de ideación van dando herramientas a las personas para que poco a poco estén más preparados y se acostumbren a innovar. Al final de cuentas la innovación es una habilidad que se va mejorando con la práctica.
Otro punto importante para impulsar la cultura de innovación tiene que ver con el reconocimiento a las personas que hacen un esfuerzo por innovar. No se requiere que este sea económico, pero una felicitación pública a alguien que activamente innova en la empresa da el ejemplo al resto de las personas para que poco a poco se animen a hacer lo mismo.
Igual pasa con la tolerancia a los fracasos al innovar. Por definición, innovar es hacer las cosas de forma distinta o nueva, y esto siempre lleva consigo un riesgo. La empresa debe medir los proyectos para asegurar que los riesgos sean aceptables, pero si en algún momento la innovación fracasa, se debe de aprovechar para buscar un aprendizaje y prepararse para la siguiente iteración corrigiendo en base a lo aprendido. Fracasa rápido y fracasa barato, o “no hagas un proyecto enorme que se lleve todos los recursos de la empresa”, es una filosofía que mantiene a las organizaciones buscando las mejoras sin impactar de forma negativa su operación.
Ahora que habilitamos la cultura de la empresa para innovar, podemos pasar al siguiente paso y buscar definir hacia dónde queremos dirigir nuestros esfuerzos. Esto es importante para llevar un mejor control de las iniciativas de innovación y asegurar que los proyectos sean de interés y valor para la empresa.
Uno de los mejores puntos de partida es revisar algo de documentación acerca de los 10 tipos de innovación de Larry Keeley, Ryan Pinkel, Brian Quinn y Helen Walters (Ten Types of Innovation), material en el que se describen 10 diferentes áreas de innovación en las que podemos enfocarnos, las cuales van desde el producto y la forma de interactuar con nuestros clientes hasta el modelo de negocio de la empresa.
Existen muchas referencias y documentación sobre este material que pueden consultarse sin costo en internet, inclusive varios videos del autor Larry Keeley dando charlas sobre el tema. De la misma forma existen artículos que sintetizan el tema y lo explican de una forma sencilla, como puede ser el artículo de Jeff Desjardins sobre 10 Types of Innovation: The Art of Discovering a Breakthrough Product” en el sitio Visual Capitalist.
Una vez que se determine el o las áreas en las que se quiere innovar, se sugiere seguir un proceso establecido para los proyectos de innovación, tal como lo es Design Thinking, un método que recomendamos ampliamente que consiste en las siguientes etapas:
- Empatizar – Entender para quien es la innovación y sus necesidades
- Definir – Determinar el valor a aportar
- Idear – Buscar soluciones diferentes
- Prototipar – Realizar pruebas de los avances para determinar si vamos por el camino correcto
- Evaluar – Analizar los resultados e Iterar
Como podemos apreciar, los pasos son sencillos, el método se asegura que no nos brinquemos alguno, ya que es normal que pensemos que conocemos a nuestros clientes y sus problemas y nos concentremos en mejorar nuestros productos o servicios sin considerarlos.
Para ayudarnos en muchas de las actividades relacionadas con innovación, podemos apoyarnos de herramientas, la mayoría in costo, que nos permitan generar ideas o ayudarnos a tomar decisiones. Las más nuevas están incluyendo componentes de Inteligencia Artificial basadas en Modelos de Lenguaje Grandes (LLM) los cuales nos permiten interactuar con ellos sin utilizar comandos especiales.
Uno de los lugares que más recomiendo es el sitio de Board of Innovation (https://ai.boardofinnovation.com) donde vienen herramientas para lluvia de ideas, evaluación de oportunidades y entendimiento de problemas entre otras.
Por último, se puede hacer una pequeña inversión en un taller o buscar uno de los cursos, en ocasiones sin costo, que ofrecen las Organizaciones Empresariales, las Universidades y las Instituciones Gubernamentales de Innovación. Estas sesiones optimizan la inversión de tiempo, ayudan a que la información sea más clara y son excelentes lugares para conocer personas con los mismos intereses de innovación que nosotros lo cual nos permite aprender de experiencias y compartir los retos a los que nos enfrentamos.
El primer paso siempre es el más complicado, pero si seguimos el camino de la innovación los beneficios obtenidos en el tiempo valdrán la pena y dentro de Coparmex Jalisco contamos con un Workshop de Innovación: Makiiing, en donde se desarrollan proyectos innovadores mediante la aplicación práctica de metodologías de vanguardia como Design Thinking y Lean Startup. Este workshop no solo proporciona habilidades fundamentales para la innovación, sino que también integra la creatividad con la sustentabilidad. Se desarrollan proyectos con impacto social y ambiental positivo, alineados con el valor compartido.
Si te interesa formar parte de este trascendental proceso hacia un futuro más innovador y sostenible, por favor contáctanos en https://coparmexjal.org.mx/cpx/programas-innovacion/.