El liderazgo por lo general se analiza a la luz de las habilidades y destrezas de gestión que debe adquirir quien quiera ser un buen líder, pero en pocas ocasiones se ve a través de los hábitos de carácter que debe desarrollar un líder en su persona y en sus valores, es decir, su motivación intrínseca y extrínseca combinada con sus fortalezas.
Un punto relevante que el líder debe de considerar es el tener experiencia en el campo en el que se desenvuelve, para poder proyectar seguridad y tener una visión más clara hacia donde desea dirigirse y llevar a su equipo de trabajo.
A todos nos gusta ser reconocidos por parte de la empresa, saber que estamos trabajando bien y obtener los beneficios y títulos, el prestigio que nos da trabajar en determinada empresa, esas son motivaciones extrínsecas. Pero es bueno mirar hacia fuera para obtener motivación. Lo importante es equilibrar las motivaciones internas con las externas.
El liderazgo suele ser muy solitario y se siente el peso en los hombros. Todos tienen una opinión diferente y el líder tiene que tomar la decisión y se puede sentir solo. Cuando eso sucede ¿a quién acudir?
El líder necesita tener a alguna persona externa para que lo centre, algún mentor que no sea el supervisor directo, quizá alguien de afuera de la empresa, alguien así podrá dar un buen asesoramiento y buenos consejos. Se sugiere un equipo de apoyo, gente con quien pueda compartir quién es, con la que no trabaje ni compita porque todos necesitamos apoyo.
Por último, hablemos de un punto del que hablan mucho las nuevas generaciones, que es poder tener una vida exitosa en casa y en el trabajo, cómo se puede vivir una vida integrada con tantas presiones en ocasiones, el líder busca esa sensación de integridad de poder ser la misma persona en el trabajo, en la casa y en la vida personal.
Es común que se sufra un desequilibrio y, normalmente, se tiende a inclinarse en adelantar trabajo para estar relajado en la casa, pero no se logra. Será mejor líder si se llenan todos los aspectos de la vida.
Si se logra construir una consciencia de uno mismo se podrá ser un mejor líder; si se pueden practicar los propios valores, tomar decisiones de acuerdo con las prioridades que se han definido en la vida y poder trabajar con las motivaciones y fortalezas; si se logra formar un equipo de apoyo y una vida integrada, preparémonos para ser grandes líderes. A través del liderazgo se puede hacer un mundo mejor.