El emprendimiento es un tema que durante los últimos años ha cobrado importancia en países desarrollados, en donde la innovación, la investigación, la tecnología, el desarrollo de talento y por supuesto mecanismos de financiamiento tanto públicos como privados han ocasionado una escalada en la apertura y, sobre todo, consolidación de más empresas y por consecuencia la generación de mejores empleos en países como Alemania, Japón, Estados Unidos, Reino Unido y Suiza.
Aterrizando el tema en el contexto nacional, hoy en día el emprendimiento ha sido un tema pendiente en la agenda pública del Gobierno mexicano; acciones como la desaparición del Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM), el debilitamiento de organismos como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y un impulso insuficiente a la innovación han generado un ecosistema emprendedor frágil y vulnerable. Ante esta situación es primordial que los organismos que representamos al sector empresarial seamos mucho más propositivos y participativos. Haciendo eco con esta tesis, desde nuestra institución hemos impulsado el Premio Emprendedor, iniciativa que a lo largo de catorce años ha contribuido a generar una cultura de emprendimiento en más de tres mil quinientas personas, buscando conectar la pasión de un emprendedor con el talento de un empresario consolidado para crear una nueva historia de éxito.
En la actualidad la tasa promedio de éxito de las nuevas empresas en nuestro país es del 25%, y de acuerdo a datos del INEGI los problemas que destacan son la competencia, la baja demanda de productos y servicios ligados al tema de innovación, las dificultades para acceder a financiamiento en fases tempranas y los problemas de administración. En contraste, la tasa de éxito de empresas que han pasado por algunas de las fases del Premio Emprendedor Coparmex es del 70%, las cuales fueron llevadas de la mano en un proceso de mentoría y acompañamiento.
En un país donde el 95% de las compañías se concentra en las microempresas, motor económico y de empleos de México, es primordial que se trabaje en políticas públicas que incentiven su creación y consolidación mediante la producción de ecosistemas que garanticen la conexión de talento a través de las universidades y centros de investigación, la apertura con herramientas de simplificación y desregularización administrativa, el acceso a financiamiento que genere valor agregado, el apoyo a la innovación e implementación de tecnología, así como los procesos entendibles para el registro de patentes.
Como empresario y representante de Coparmex, entiendo que el reto de emprender no es menor; en este sentido, reconozco el ímpetu y la entrega de miles de mexicanos que día con día se despiertan y le apuestan a su país sin importar las circunstancias y haciendo del cambio una oportunidad para innovar y generar mejores condiciones para sus proveedores, clientes, pero, sobre todo, colaboradores, pieza fundamental de toda empresa.